Crónica de un empate anunciado
Por la primera fecha del Torneo Regional Federal Amateur, salían a la cancha a las 17 en punto Arsenal y Cañadita. Ambos equipos con indumentaria nueva, aunque la visita tuvo que ir más allá: las medias utilizadas eran de Viale FBC, ya que las originales del conjunto eran negras y el árbitro no lo permitió. Tarde gris en el Estadio 5 de Octubre, con un margen de público normal tratándose del día en cuestión.
El encuentro empezó con una intensidad notable por parte de ambos equipos, y un dominio de Arsenal al cual nos tiene acostumbrados. Poco tiempo pasó hasta que la visita se sintonizó al partido y a tener más la pelota, generando ocasiones y controlando el juego: pases largos a Joan Villalba para que trate de asociarse con Bottegal o viceversa, era lo que proponía el Cañetón. Fue así que le anularon un gol por offside y que, sobre el final de la primera parte, Bottegal estrelló la pelota de un cabezazo contra el palo izquierdo de Héctor Acebedo, luego de un centro de su principal socio en la cancha.
El segundo tiempo amenazaba con ser igual de tedioso, pero a partir del minuto cinco nuevamente el verde se hizo fuerte: empezó a tranquilizarse, jugando con más paciencia y tratando bien el esférico. Aun así se veía frustrado al tratar de acercarse al área rival, ya que el equipo de Seguí proponía una defensa sólida con Ringlofer y Galliussi como estandartes. José Mancuello se percató de este problema y llamó a Luis Flores y Franco Richard, que estaban en el banco, tratando de sumar jerarquía al ataque. La mejoría fue mínima, así que al poco tiempo jugó su última carta con Leandro Figueroa. Tras algunos intentos fallidos de progresar en el ataque, Sebastián Malimberni, en asociación con Flores por el costado derecho de Arsenal, logró tirar un buscapié que encontró a Richard en el área chica, ya con un Lucas Rodríguez totalmente ausente en el arco. No fue el día: la definición del jugador hizo que la pelota se fuera por arriba del travesaño, fallando lo que fue la ocasión más clara de Arsenal en la tarde.
Pasaron los minutos, pero poco cambió: el partido había terminado hace rato. Un empate anunciado desde que empezó, con pocas ganas de proponer y trabado en el trámite. Un partido acorde al día y un 0 a 0 que no favorece a ninguno de los dos en una fase de grupos en la que solo clasifica el primero de los tres. ¿Festeja El Silbido?