Es hora de darle más pelota a las mujeres – La Gambeta
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Es hora de darle más pelota a las mujeres

Serán tres años consecutivos de fútbol femenino en la Liga de Paraná Campaña. En este tiempo se logró algo importante, no lo dice este servidor sino las mismas jugadoras: competir los domingos, la clásica jornada futbolera. Está claro que es poco tiempo para cambiar más cosas, pero la desigualdad se hace notar y eso lastima, es injusto y no puede continuar si queremos ser inclusivos y sobre todo, fortalecer el fútbol chacarero. En las últimas horas se debate cómo jugarán los equipos femeninos: se vuelve al paupérrimo formato de 2022, en el que en canchas determinadas jugaban varios encuentros, o se pasa su jornada al sábado. Sí, como si fueran niñas, como si estuvieran en su etapa formativa. Entiendo que no hay maldad en quien se le haya ocurrido esta última idea –o me quiero convencer de ello–, pero vamos… Hay que ser más creativos al momento de proponer soluciones. Si vamos a lo lógico, que Sub17 juegue los sábados y las chicas ocupen su horario en el cronograma de los domingos. De la primera opción no hace falta agregar nada, ese tipo de formato hace que muy poca gente asista a ver sus partidos ya que coincide con el fútbol mayor.

Mientras escribo esta nota, recibo información acerca de lo que se votó anoche: jugar los sábados. Cambiar el día de juego desarma los equipos porque, a diferencia del piberío Sub17, las jugadoras tienen jornada laboral, muchas tienen hijos en categorías formativas y los quieren acompañar, y también hay quienes apenas vuelven de las ciudades en las que estudian. Y no olvidemos, por favor, que existen otras religiones además del catolicismo: hay mujeres que no podrían participar. El panorama pinta feo, y se suma a la falta de jugadoras que ya sufren algunos clubes. Además, el femenino requiere de dos policías, cosa que la sub17 no, por lo que se debería contar con funcionarios dos días –que se soluciona pasando a los más chicos al día anterior–.

Con mucho esmero se integraron los grupos a la subcomisión fútbol mayor, logrando que se cubran gastos, incluso María Grande pagó un DT y se encargó de viáticos. Jugar los sábados sería empezar de cero. Entre los comentarios que nos dejaron, sobresalen algunos: «Necesitamos una liga donde la prioridad sea contemplar lo que atraviesan sus equipos, tanto en lo social como en lo económico». Lógico, si es lo que los clubes vienen a hacer en la sociedad, ¿o me equivoco?. «Para una verdadera incorporación del femenino, y siendo de primera, lo ideal sería que esté con la primera del masculino». ¿En serio hace falta aclararlo? Por las dudas que lo diga una de las protagonistas y no este humilde intermediario. «Desde que jugamos los domingos la gente nos reconoce y sabe quiénes somos jugadoras. Estamos más en contacto con lo que es el club, podemos ayudar en la cantina y colaborar en lo que se requiera». «Somos un conflicto que les cuesta resolver, no nos toman como se debería. Pero este año los clubes nos necesitan ya que es obligatorio contar con femenino».

En algunos casos, se nota a la legua que es una carga para ciertos clubes. Es entendible, una nueva disciplina requiere de gastos operativos que antes no se tenían en cuenta. El problema radica, me parece, en que no siempre el drama es económico, sino en ciertas injusticias que se dan en un ámbito donde el hombre es el centro de atención, sin importar la edad –léase: sin diferenciar si cumple o no la mayoría de edad–, y por ende resultan intocables. Vamos con interrogantes que me permitirán explicar mejor lo que acabo de decir: ¿conocen algún equipo de primera división que pague un canon por entrenar? ¿alguno que no tenga al menos tres jugadores a quienes se les paga por jugar? ¿algún otro al que se le haya mezquinado pelotas para entrar en calor antes del partido? ¿negado la posibilidad de un seguro por lesiones? A las chicas le suelen cobrar para entrenar. No se estila demasiado pagarles por jugar. Sabemos de clubes que han negado pelotas y seguro contra lesiones. ¿Por qué? ¿Cuál es la explicación? ¿Qué diferencias hay? Entendemos que la diferencia lógica es que les puede resultar más atractivo ver a 22 hombres detrás de una pelota que 22 mujeres, pero si no le damos la oportunidad de instalarse, la norma va a seguir siendo la misma y nada va a cambiar.

Nótese que no llamé las cosas por su nombre para no herir susceptibilidades. También, ya que estamos, me gustaría aclarar que no hay nada personal con esta postura que tomamos desde La Gambeta –darle voz al femenino–, y que la propuesta de mover Sub17 solo la tiene este medio y parte de algo lógico, que tiene que ver con edades y responsabilidades. Y para despreocupar a algún joven lector de entre 15 y 17 años, no creo que se haya mencionado ni por arriba esta propuesta que, insisto, la propone este medio y únicamente en esta nota de opinión. Porque como dije, contra los hombres, nada.

Jonathan Villanueva
Director de La Gambeta
Jueves 1 de Febrero de 2024