Tamara Godoy: «Así como el fútbol femenino vino para quedarse, el femenino de Unión se fortalece día a día»
Conversamos con Unión de Crespo, el otro equipo finalista del Torneo Mujeres de Paraná Campaña. Tamara Godoy juega de carrilera por izquierda, a veces de defensa y otras más arriba. Ama al verde y es una de las pocas jugadoras que fue parte del viejo equipo de Unión. Rocío Delgado juega de enganche libre o extremo, es de Rosario del Tala y el miércoles fue a probarse a Independiente de Avellaneda. Ambas nos compartieron sus experiencias, cómo vivieron el traspaso a la Liga de Fútbol de Paraná Campaña, cómo se preparan para los próximos partidos y agradecieron a sus compañeras y a sus familiares.
La ida de la final se jugará el domingo a las 18:00 en la cancha de Alcaraz.
Pueden seguir al equipo es su Instagram: @caucrespofem11
—¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol y en el club?
Tamara: —Desde chica, ya sea fútbol cinco, siete u 11. En Unión estoy desde que se incorporó la disciplina en 2014, porque coincidió con que el equipo con el que participaba en torneos libres se sumó a la institución.
Rocío: —Empecé a jugar al fútbol a los siete años con los varones y me permitieron participar hasta los 12. El club me abrió las puertas en 2018, jugué ese año en la Liga Paranaense de Fútbol y salimos campeonas de la Copa de Oro. Después por unas cuestiones personales me fui a mi pueblo, Rosario del Tala, y seguí jugando allá, pero como dice el dicho, uno siempre vuelve a donde fue feliz, y este año regresé a Unión.
—¿Jugaron otros torneos o copas?
R: —Este año empezamos jugando en la liga paranaense y a mitad de año, cuando empezó la Liga de Fútbol de Paraná Campaña, no dudamos en participar.
T: —Anteriormente jugamos Copa Entre Ríos y Copa Federal. También como grupo participamos de torneos en Córdoba.
—¿Qué significó para su equipo la posibilidad de jugar en Paraná Campaña?
R: —Fue un logro muy importante porque nos permitió jugar los clásicos de la ciudad, ser locales y compartir lo lindo del fútbol con nuestra gente.
T: —Celebramos el traslado de liga cada vez que entramos a jugar en nuestra cancha, y que pueda ir la familia a acompañarnos y vernos no tiene precio. Ser parte de la liga paranaense demandaba viajar todas las semanas a Paraná, ser siempre visitante e ir solamente las jugadoras y quizás algún familiar o amigo que ponía el vehículo cuando era necesario. Hay muchos puntos importantes y valiosos, pero rescato estos.

—¿Qué balance hacen y qué valor tiene llegar a la primera final que disputa el femenino?
T: —Si bien el equipo tiene una historia que comenzó a escribirse hace ocho años, en la cual se posiciona muy bien en las diferentes competencias, obteniendo títulos y nutriendo equipos de primera división con jugadoras, estar donde estamos hoy es un punto y aparte. De esos grupos campeones solo quedamos dos jugadoras y por eso se podría decir que Unión empezó en esta liga como lo hizo Cultural y Sarmiento, que son equipos que surgieron para representar a las instituciones de la ciudad en un torneo oficial. Con Cultural nos encontrábamos en la Copa Ciudad de Crespo, pero recién este año pudimos disputar un verdadero clásico. Llegar a la final del primer torneo para nosotras es un gran logro, hay mucho trabajo detrás, nos costó igual que a todos los equipos, sufrimos cada partido y celebramos cada victoria como si fuesen finales. En la última instancia nos encontramos con un equipo como Cerrito, allí no había nada escrito porque salieron a ganar como nosotras. Pudimos quedarnos con los puntos, pero esto aún no terminó.
R: —Tratamos de ver el juego del rival antes de enfrentarlo, para así poder anular sus puntos fuertes y poder hacer nuestro juego. Tuvimos una muy buena participación en la liga, pudimos mantenernos punteras durante la competencia. En los cuartos de final nos enfrentamos a Arsenal de Viale, con quienes empatamos dos veces en la primera ronda, logramos la ventaja de visitante y cuando jugamos de local salimos a ganar. Gracias a Dios pudimos clasificar a semis, donde nos enfrentamos con un equipo duro, pero por suerte siempre tratamos de salir a ganar de visitantes y así jugar el próximo partido más tranquilas.
—¿Cómo se ven y preparan para los partidos?
T: —Cada equipo y cada encuentro es muy diferente, todos plantean su juego. Nosotras entrenamos para plasmar lo nuestro y hacerlo de la mejor manera, no conocemos de forma presencial al otro finalista, pero hizo muy buena campaña y por algo se encuentra en esta etapa. El equipo que tenemos hoy es muy bueno, delanteras rápidas, mediocampo firme y una defensa que no duda. Es dar lo mejor y buscar resultados positivos, no hay que guardarse nada.
—¿Cuáles son los objetivos para después de la final?
T: —La cabeza está puesta en la primera final, luego iremos por la vuelta, paso a paso. No podemos adelantarnos, hay otros objetivos en mente, pero se van a tratar en su momento.
—¿Te acordás de alguna jugada, gol o atajada que haya sido significativa para que hoy estén acá?
T: —Tuve tiros al arco que dieron en el palo y he recuperado alguna que otra pelota, pero lo significativo lo han hecho mis compañeras, desde meter goles olímpicos hasta atajar penales. Son tremendas y eso es lo significativo, apoyarlas, acompañarlas, levantarlas cuando algo no les sale y felicitarlas cuando la rompieron.
R: —En el partido de ida de semis ganábamos 1 a 0 y el árbitro cobro penal para Cerrito. El encuentro estaba muy peleado, era un continuo ida y vuelta, pero nuestra arquera atajó y nos pudo dar tranquilidad para seguir jugando con la cabeza fría.

—¿Qué creés que pudiste aportarle a tu equipo?
T: —No solo entreno y luego voy los domingos cuando estoy convocada, sino mi trabajo por este equipo excede la cancha. Este año para nosotras fue caótico desde todos los puntos de vista posibles. Al comienzo el equipo no seguía, se vino abajo, como se suele decir, pero armamos un grupo a partir de la necesidad de continuar en la liga paranaense para que permitan la participación de las categorías femeninas inferiores, quienes lograron un subcampeonato. El inicio del torneo en Paraná Campaña nos motivó a continuar, en una semana hicimos el traspaso de jugadoras en el sistema COMET, eso implicó muchas corridas, llamadas, pedidos, verificaciones, ver médicos, cargar planillas. Ninguna jugadora del plantel se imagina el detrás de escena, pero ahí estuvimos con Gabriel, nuestro delegado, Vanina y Sofía que también son jugadoras, dejando todo para que hoy esto sea realidad. Entonces siento que al equipo le aporté mi tiempo, mi dedicación y aún lo sigo haciendo. Y ojo, no fue un sacrificio, es agotador, pero siempre lo hice con gusto. Creo que el tiempo es lo más valioso de las personas, y si alguien toma la decisión de darte su tiempo es porque sos importante en su vida, y Unión en mi vida es todo.
—¿Cómo fue la experiencia de probarte en Independiente de Avellaneda?
R: —Fue una locura, es impresionante el nivel de juego de las chicas de primera división. Estoy súper contenta de poder vivir esa experiencia que sé que es única.

—¿Querés dedicarle algunas palabras a tu equipo, familia o amistades?
T: —Solo tengo palabras de agradecimiento con las chicas por haber elegido al verde para disfrutar de este hermoso deporte. Gracias a quienes nos ayudaron económicamente en un principio y aún lo siguen haciendo. Nos topamos con puertas cerradas, pero no nos detuvimos, seguimos insistiendo y llegaron los sponsors. Agradecer a quienes confían en este equipo sabiendo que no es el legendario campeón. Y por último y no menos importante, a nuestras inferiores, dejarles un saludo y felicitarlas por lograr cosas grandes a tan poco tiempo de su inicio, vemos pasión, compromiso y eso es lo que un equipo necesita. Así como el fútbol femenino vino para quedarse, el femenino de Unión se fortalece día a día.
R: —Quiero agradecer al club, a las chicas, al cuerpo técnico por confiar en mí, por abrirme las puertas y recibirme de la mejor manera. Sin dudas son personas increíbles. También quiero saludar a mi familia que siempre está apoyándome desde lejos, y a mis amigas que están siempre para mí.